También conocido como bullying, es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
Una de las principales causas de esta vergonzosa actuación, puede residir en los modelos educativos que envuelven la educación de los jóvenes, a la ausencia de valores, a la carencia de límites, a la falta de reglas de convivencia. Uno de los pilares básicos para el buen funcionamiento de la convivencia, es el respeto. Confundir la libertad de expresión y actuación con el libertinaje, puede conllevar a la violación de los derechos de los demás. Los getos, las bandas, y en general todo grupo excluyente que lleva sus actuaciones de una forma extrema, pueden llegar a perseguir a todo aquel que no se deje dominar por sus reglas, generalmente actúan en grupo, y siempre atacan y se ceban con el más débil.
Cuando un niño es víctima de bullying, las consecuencias pueden ser nefastas, desde aislamiento, reclusión en domicilio por miedo, ausentismo escolar, falta de autoestima, y en algunos casos se puede llegar al suicidio. La angustia, la desesperación y la impotencia, la sufren tanto la víctima como los familiares de la misma está. Para el niño que practica el bullying, la violencia es apenas un instrumento de intimidación. Para él, su actuación es correcta y por lo tanto, no se auto condena, en algunos casos es una forma de conseguir el liderazgo del grupo, no es consciente del alcance que puede llegar a tener su deplorable actuación, la cual muchas veces es loada por los demás.
Es muy importante intentar prevenir el bullying y la violencia en las aulas a través de la educación y de las relaciones entre la escuela y la familia. Muchas veces, las causas están en esos entornos y es allí mismo donde hay que intentar atajarlas. Tanto padres como profesores deben estar atentos a cualquier indicio que pueda derivar en bullying. El diálogo y la actuación a tiempo es vital, cualquier cambio de carácter en el niño puede ser un claro indicio de que está siendo víctima de bullying.
El bullying puede también ser utilizado como una herramienta para encubrir y para alzar autoestima: degradando otros, el abusador mismo se siente autorizado. Es reprochable esta acción tanto al que la ejecuta materialmente, como al que la permite y actúa como mero espectador y no toma ninguna medida. En ocasiones el encubridor actúa de esta manera por miedo a ser víctima él mismo de bullying, de ahí la importancia de la actitud de alerta que deben de tener los adultos.
La actuación para evitar el bullying radica en una correcta educación no sólo en los centros escolares sino en el entorno familiar. No debemos permitir estos abusos que pueden llegar a marcar de por vida a la víctima, hay que denunciarlos y proteger no sólo a la víctima sino también al mal tratador, que también es víctima del fracaso de la sociedad, que no ha sabido implantarle los valores básicos de la convivencia.
En conclusión el bullying, es un acto repulsivo, y actualmente es un grave problema en la sociedad. Constantemente nos vemos rodeados de actuaciones violentas no sólo físicas sino también psíquicas, y los medios de comunicación no difunden precisamente valores a la juventud. Este problema presenta pocas soluciones, por eso deberíamos intentar buscar un para acabar con él.
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